«De la misma forma que la música flamenca, aunque esta sea muy pura, puede hacer llorar a un extranjero, el cine que me apasiona actúa como un cruce de caminos y es capaz conectarnos a través de aquello que nos une como personas: el sentimiento.» (…)
Mi obra se centra en abordar tanto la luz como la oscuridad poniendo especial atención en lo fantástico y lo poético.
Como mujer creadora, bebo de la herencia emocional de mis ancestras, vuelvo la mirada a mis raíces (extranjeras, perdidas, reinventadas) y no tengo miedo de escuchar a mi intuición. Tal vez por ello, en mis historias arrojo luz sobre la condición femenina, centrando la mirada especialmente en su deseo. Así, encuentro puntos de partida en el pasado y sus mitos para tejer puentes con la realidad en la que vivo.
Pasado y presente, realidad y ficción, se enlazan construyendo mi obra y mi propia identidad.

De la misma forma que la música flamenca, aunque esta sea muy pura, puede hacer llorar a un extranjero, el cine que me apasiona actúa como un cruce de caminos y es capaz conectarnos a través de aquello que nos une como personas: el sentimiento.
Mi obra se centra en abordar tanto la luz como la oscuridad poniendo especial atención en lo fantástico y lo poético.
Como mujer creadora, bebo de la herencia emocional de mis ancestras, vuelvo la mirada a mis raíces (extranjeras, perdidas, reinventadas) y no tengo miedo de escuchar a mi intuición. Tal vez por ello, en mis historias arrojo luz sobre la condición femenina, centrando la mirada especialmente en su deseo. Así, encuentro puntos de partida en el pasado y sus mitos para tejer puentes con la realidad en la que vivo.
Pasado y presente, realidad y ficción, se enlazan construyendo mi obra y mi propia identidad.

Marina Wagner
De la misma forma que la música flamenca, aunque esta sea muy pura, puede hacer llorar a un extranjero, el cine que me apasiona actúa como un cruce de caminos y es capaz conectarnos a través de aquello que nos une como personas: el sentimiento.

Mi obra se centra en abordar tanto la luz como la oscuridad poniendo especial atención en lo fantástico y lo poético.
Como mujer creadora, bebo de la herencia emocional de mis ancestras, vuelvo la mirada a mis raíces (extranjeras, perdidas, reinventadas) y no tengo miedo de escuchar a mi intuición. Tal vez por ello, en mis historias arrojo luz sobre la condición femenina, centrando la mirada especialmente en su deseo. Así, encuentro puntos de partida en el pasado y sus mitos para tejer puentes con la realidad en la que vivo.
Pasado y presente, realidad y ficción, se enlazan construyendo mi obra y mi propia identidad.